El invierno invita a bajar el ritmo. Afuera hace frío, dentro la casa está más silenciosa, la luz es suave y las telas más cálidas empiezan a aparecer sobre la mesa. Retales de cuadros, franela, coralina, algodón grueso… materiales que abrigan y que transforman cualquier proyecto pequeño en algo acogedor.
Con un par de puntadas y unas telas bonitas puedes crear piezas decorativas, accesorios útiles o detalles aromáticos que llenan de calma tu rincón favorito.
Aquí tienes seis ideas de costura invernal, todas rápidas, sencillas y perfectas para aprovechar materiales que ya tienes en casa.
Contenido:
1. Casitas de invierno de tela
Pequeñas, suaves y decorativas. Las casitas de tela se han convertido en un clásico del estilo nórdico: se pueden colgar, colocar en una bandeja de madera, usar en estanterías o combinarlas en una guirnalda.
Quedan muy bien con telas neutras, cuadros escoceses o algodones gruesos en tonos de invierno como beige, azul grisáceo o verde bosque.
Materiales
- Retales de algodón, lino o franela
- Guata fina
- Hilo y aguja
- Cuerda o cinta fina (si quieres colgarlas)
Cómo hacerlas
- Corta dos piezas con forma de casita.
- Añade una pieza de guata en el centro.
- Acolcha líneas sencillas en la pieza superior.
- Cose ambas caras dejando una apertura.
- Gira y remata con un pespunte o puntada invisible.
Si quieres más ideas de casitas de tela, echa un vistazo a este artículo: Casitas de invierno de tela: ideas bonitas para decorar con retales.
2. Bolsa térmica de semillas (calor seco)
El invierno siempre invita a buscar calor. Una bolsa térmica es de esos proyectos que se usan de verdad: para calentar las manos, aliviar tensiones o simplemente acompañar una tarde tranquila. Con una tela suave y unas semillas, tienes un accesorio práctico y reconfortante que se cose en minutos.
Materiales
- Algodón grueso o franela
- Arroz, trigo o semillas para relleno
- Aceite esencial (opcional)
Cómo hacerla
- Corta un rectángulo del tamaño que necesites.
- Dobla por la mitad y cose tres lados.
- Rellena con semillas (sin compactar).
- Cierra con un pespunte.
- Para la funda, repite el proceso sin relleno.
Puedes ver aquí una selección de telas invernales que combinan muy bien con este tipo de proyectos.
3. Saquitos aromáticos invernales
El aroma del invierno también se puede coser. Estos saquitos, pequeños y llenos de mezclas cálidas como lavanda, naranja y especias, perfuman y decoran a la vez. Son perfectos para aprovechar retales y añadir un detalle acogedor a cajones, estanterías o bandejas.
Materiales
- Retales
- Hilo
- Relleno aromático (lavanda + cítricos + especias)
Cómo hacerlos
- Corta dos rectángulos o cuadrados pequeños.
- Cose dejando una apertura.
- Rellena con la mezcla aromática.
- Cierra la apertura con puntada a mano.
- Guarda o decora en bandejas, cestas o estantes.
Si te gusta esta idea, tienes aquí otra variedad de saquitos: Cómo hacer un saquito de lavanda para tu armario.
4. Fundas de taza (mug cozies)
Las bebidas calientes saben distinto cuando la taza también es parte del ritual. Las fundas de tela envuelven el calor, hacen las tazas más cómodas y añaden ese toque de invierno que transforma un simple café en una pausa agradable. Además, son rapidísimas de hacer.
Materiales
- Algodón, polar o franela
- Guata fina (opcional)
- Botón o velcro
Cómo hacerlas
- Mide el contorno de la taza.
- Corta un rectángulo con un ligero margen extra.
- Añade guata si quieres más cuerpo.
- Cose los bordes y coloca el cierre.
- Ajusta la funda alrededor de la taza.
5. Mini cojines decorativos de invierno
Los mini cojines son pequeños pero transforman un espacio al instante. Con telas invernales —franela, cuadros, terciopelo suave— aportan textura, color y sensación de abrigo en estanterías, bancadas o bandejas decorativas. Un detalle sencillo con un resultado muy cálido.
Materiales
- Tela gruesa o franela
- Relleno
- Hilo y aguja
Cómo hacerlos
- Corta dos cuadrados del tamaño elegido.
- Cose dejando una abertura.
- Rellena.
- Cierra con puntada invisible.
- Combina varios colores y texturas.
6. Cuello o bufanda tubular de polar
El cuello de polar es uno de esos accesorios que siempre vuelven en invierno: cómodo, suave y muy fácil de coser. Con dos costuras tienes una pieza que abriga de verdad y que puedes adaptar a cualquier estilo.
Materiales
- Polar, coralina o jersey elástico grueso
- Hilo y aguja o máquina de coser
Cómo hacerla
- Corta un rectángulo largo del ancho del cuello.
- Dobla por la mitad a lo largo, derecho con derecho.
- Cose el borde largo formando un tubo.
- Gira y cierra los extremos.
- Ajusta el largo según tu gusto.
Un invierno más acogedor con pequeños proyectos de tela
Crear en invierno es una forma bonita de llenar los días fríos de calma. Con telas suaves, texturas cálidas y proyectos pequeños puedes transformar cualquier tarde tranquila en una pieza hecha a mano que te acompañe toda la temporada.
En la página de proyectos navideños tienes más ideas de costura que puedes adaptar a cualquier temporada invernal.
